Para muchos es el día más importante del año, para otros simplemente un día más que no quieren ni que se sepa y algunos hasta se pueden mosquear porque les diga «¡Feliz cumpleaños!»
¿Recordáis cuando erais pequeños como lo celebrabais? ¿Erais de reuniros con los compañeros del colegio o más bien de hacerlo en casa con tus dos o tres amigos más cercanos?
Me encantaba ese momento de ver la mesa llena de patatas, sándwiches, medias noches, refrescos, batidos, la tarta…. Con toda la gente importante alrededor de la mesa riendo y comiendo.
Aunque había un punto de la celebración que podía no hacer tanta gracia… Sí, ese punto en el que todos empiezan a cantarte feliz cumpleaños, que en verdad no sabes si cantar con ellos, reírte o meter la cabeza bajo la mesa hasta que pase.
Otro momento especial es el de los regalos, que también podía llegar a ser bastante embarazoso, sobre todo si eres de las personas que se les nota todo en la cara.
¿Cuántas veces no habéis recibido regalos cuyo primer pensamiento ha sido “y ahora qué hago yo con esto”? Por fortuna hoy día con los tiques regalo se solucionan la gran mayoría de estos problemas.
Aunque creo que lo peor es cuando esperas recibir algo y no llega, ahí si que tu cara es un auténtico poema, pero de los de Edgar Allan Poe, de terror.
En esos casos por mucho que intentes disimular toda la sala se está dando cuenta que algo no marcha bien y si encima preguntan “¿qué pasa, no te gustan los regalos?” apaga y vámonos.
Un consejo si veis caras extrañas, mejor no preguntéis porque lo normal es que no obtengáis la verdad y en el peor de los casos pueden soltaros alguna fresca…
Así que, para abreviar, que hoy es mi cumpleaños y si lo es de algún lector…. ¡Feliz cumpleaños desde Área de personas!
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